Mi nuevo despertar
Andrea Bautista Ruiz
Hoy abrí los ojos y me di cuenta que el mundo era otro: todo había cambiado, era un nuevo despertar. De un momento a otro la rutina ya no era la misma, no tuve que despertar a las 5:30 de la mañana para bañarme, desayunar y salir corriendo de casa, cruzar el puente peatonal y esperar el transporte público en medio de la brisa fría para poder llegar a clases a las 7 am.
Al principio pensé que todo pasaría pronto y regresaríamos a cerrar el semestre; pero, no fue así, hoy me encuentro sentada en una silla, en casa, frente a la computadora esperando una clase en línea, no es malo, simplemente es diferente. Ahora anhelo esa adrenalina de correr y llegar justo en el momento en que pasaba lista el profesor.
Ahora pienso en la ironía en que vive el ser humano, siempre nos dicen que vamos a la escuela para aprender muchas cosas y llegar a ser alguien en la vida. Hoy me doy cuenta que ir a la escuela va más allá de adquirir conocimientos, deberíamos de ir para ser más humanos, hoy no me lamento por una calificación “mala,” hoy sufro y lloro por aquel maestro que se ha ido y el amigo que me ha dejado.
Me arrepiento de no haberles dicho a todos ellos gracias, gracias por estar en mi vida, por las enseñanzas y aprendizajes que dejaron en mí, simplemente gracias por haber existido; es muy difícil hablar cara a cara y con el corazón en la mano, pero es aún más difícil expresar tanto amor a un recuerdo.
Hoy desperté y dejé de lamentarme, limpié mis lágrimas, le sonreí a la vida y le agradecí a Dios porque aún hay muchas personas a las que tengo que amar. La pandemia actual lo único que nos debe dejar es aprendizaje; pero no cualquiera, sino uno que marca la vida y transforma tu futuro para mejorar y valorar todo, desde el hecho de poder salir hasta el tener la oportunidad de sonreír, abrazar y amar.
2o lugar
Mi nuevo despertar
Andrea Bautista Ruiz
Pedagogía
Ilustración: Omar Mauricio Uribe Luna / Preparatoria
