Cronos no espera
Estrella Alanís Miranda
Tiempo es una palabra a la que antes no le daba el significado adecuado, mucho menos el uso apropiado, siempre me repetía una y otra vez “no tengo tiempo, mañana lo hago, puede esperar.” Bien dice el dicho: “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy,” lamentablemente lo comprendí algo tarde.
Cuando empezó la cuarentena la mayoría lo tomábamos a broma, muchos no seguían las medidas de seguridad, pero era evidente que pasara esto, pues era como el cuento de Pedro y el Lobo. Aún recuerdo el último día en que vi esos dos colores: rojo y azul, esas risas tan espontáneas, el aprendizaje enfrente de mí y sobre todo esa hoja que nos da tantos dolores de cabeza, la que suelen llamar examen.
Al principio era algo molesto, porque a otras escuelas ya les habían cancelado las clases y ese día, 17 de marzo, solo esperábamos las siguientes palabras: ¨Debido a esta contingencia tendrán que quedarse en casa hasta nuevo aviso,¨ y así fue como nos dieron ese anuncio, y era de esperarse que la mayoría estábamos contentos, pues pensábamos que iban a ser unos cuantos días, incluso algunas semanas de descanso, sin saber que era el último día que veríamos esos pilares. Hubiese preferido que aquella persona no entrara por esa puerta y que de su boca no hubieran salido esas palabras que ahora me pesan.
Bien dicen, ¨el hubiera no existe,¨ lo menciono porque supongo que no soy la única en reiterarse esa frase constantemente: ¨si hubiera hecho eso.¨ Volviendo a la palabra inicial, no me di el tiempo de aprovechar los momentos más pequeños; por ejemplo, estar sentada con esa persona, tomar su mano y decirle, ¨te quiero.¨ Lastimosamente para algunas personas su reloj de la vida dejó de hacer tic tac y esa mirada que nos regalaba felicidad ya no la veremos, otras cuantas luchan para que ese reloj no se pare.
Al menos esto nos ayudó a valorar más a Cronos, también para apreciar mucho más los minutos, porque ahora quién no daría lo que fuera por estar tan solo un momento con esa persona, volver a abrazarla, sentir su aroma siquiera una vez más, ya que por el sentido auditivo no me basta, pero no me quejo ya que hay bastante gente que ni un suspiro volverán a escuchar de esa persona amada.
Ahora es cuando me pregunto, ¿tenía que pasar esto para entender lo importante que es vivir? A qué me refiero con esto, por decir algo, alguna mascota que tengas por mejor que la trates, por más que la aprecies, sigue estando sin libertad, tal vez ya se acostumbró y lo sobrelleva, es exactamente lo que sucedió con nosotros, algunos tienen las comodidades necesarias, otros tal vez no, pero ambos estamos queriendo lo mismo: volver a ver a ese extraño que después lo llamaremos amigo.
¨No salgas de casa¨ aunque la oración es fuerte, incluso la escuchamos y vemos diariamente, no en todos los casos se puede seguir al pie de la letra, muchos de bata blanca salen cada día para que tú no des ese último aliento, otros para que no dejes de aprender o de soñar, también para que no se te olvide lo bien que te sienta la música, por último, pero no menos importante, otros tantos salen para cubrir tus necesidades, sobre todo mantenerte de pie.
Las sorpresas suelen ser impactantes, pero ésta fue más allá, como dicen ¨al mal momento buena cara¨, al fin logré descifrarlo: no es que si estás pasando por una tragedia tengas que estar con una sonrisa en la cara, sino más bien ver la situación y preguntarte no un ¿por qué a mí?, sino ¿para qué a mí? No todo es como lo pintan, a lo que me refiero esto es como una obra de teatro, la atmósfera es algo infausta, cada quien puede ser el guionista de esta obra y terminarla, solo que en estas hojas en las que estás escribiendo el final será igual para todos.
Sin embargo, no todo está mal, si perdimos noción de algunas personas, con otras ganamos tiempo, ese abrazo que necesitaba tanto ya está ahí en frente de mí. Pienso que a la mayoría también le da miedo lo nuevo, pero no por eso tenemos que detener esa bicicleta, seguimos avanzando, la paciencia es la clave del mundo y si estás preocupado de no saber algo, solo diré que las noticias malas son las primeras en saberse.
Y como dice Mictlantecuhtli: ¨No llores por mi partida, porque cada lágrima que derrames inunda mi camino e interrumpe mi andar, recuerda que todavía te extraña mi corazón, y que, si te oigo llorar, lo primero que haré será mirar hacia atrás¨; todos extrañamos, no muchos olvidamos, mas en nuestra alma tu presencia llevaremos, no te dije adiós y es lo que me pesa más, en cambio tengo que seguir; no correré, tampoco trotaré, lo único que haré es continuar mi camino.
3er lugar
Cronos no espera
Estrella Alanís Miranda
Preparatoria
Ilustración: Ana Luisa García Pérez / Administración de Empresas Turísticas
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