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Comentario al Evangelio del 7 de mayo

Actualizado: 25 may 2020


Jueves IV Semana

Tiempo de Pascua

07 de mayo de 2020


Evangelio


El que recibe al que yo envió, me recibe a mí.


+ Del santo Evangelio según san Juan 13, 16-20


En aquel tiempo, después de lavarles los pies a sus discípulos, Jesús les dijo: “Yo los aseguro: el sirviente no es más importante que su amo, ni el enviado es mayor que quien lo envía. Si entienden esto y lo ponen en práctica, serán dichosos.


No lo digo por todos ustedes, porque yo sé a quiénes he escogido. Pero esto es para que se cumpla el pasaje de la escritura, que dice: El que comparte mi pan me ha traicionado. Les digo esto ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, crean que Yo Soy.


Yo les aseguro: el que recibe al que yo envío, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me ha enviado”.

Comentario al Evangelio


A partir de hoy, hasta el final de la Pascua, leeremos los capítulos que Juan dedica a la Última Cena de Jesús con sus discípulos, la cual será el esquema programático de la tarea a ellos encomendada. Esta cena empezó con el lavatorio de los pies, hecho que sólo narra el evangelista san Juan, para mostrar una gran lección de fraternidad y servicio para con los demás. La consecuencia o enseñanza es que el siervo tiene que imitar lo que hace su amo, es decir, el discípulo debe imitar a su maestro. Jesús entonces nos hablará de la consecuencia o resultado: “Si entienden esto y lo ponen en práctica, serán dichosos”. Anuncia también cómo uno de “los suyos” le traicionará. Repite la idea de que así como el Padre lo ha enviado, él envía a sus discípulos. De esta manera, el que recibe a los enviados de Cristo, lo recibe a Él, y por lo tanto recibe al Padre.

Cfr. Actualidad Litúrgica n. 249.


Reflexionamos


  • ¿Qué tan dispuesto estás para servir a los demás?

  • ¿Esperas recibir siempre algo a cambio del servicio que realizas?

  • ¿Qué piensas del Maestro Jesús que se puso a servir a sus discípulos?


Nos comprometemos


Fraternidad: «Es el valor de compartir juntos como hermanos; la capacidad de experimentar la hermandad, el crecimiento personal en compañía, en las buenas circunstancias y en las circunstancias adversas, en el pasar del tiempo, en los logros y en los retrocesos».


Alfonso Barreto (Cuentos y fabulas para la formación en valores, 2013)


Normalmente la concepción que tenemos de «servicio» es para personas “segundonas” o inferiores, sin embrago Jesús nos enseña que no es así. Nos dice incluso que es el «distintivo» propio de sus amigos. Servir a los demás no es sobajarse, ser inferior o humillarse ante el otro, por el contrario, es signo de grandeza y valentía, de naturalidad.


Pidámosle a Jesús que nos conceda la gracia de poder seguir sus huellas por el camino de la humildad y el servicio a los demás.


De rodillas entiendes

En la ciudad de Copenaghen (Dinamarca) visité la iglesia llamada ʻDe la Virgenʼ. Quería ver la famosa estatua de Cristo esculpida por Thorwalsen. Quedé decepcionado, pues no le noté nada de extraordinario.


De pronto un señor se me acercó, y me dijo al oído:


-Si usted quiere apreciar esta obra, debe mirarla de rodillas.


En efecto, me arrodillé, y quedé estupefacto. Es una obra cumbre, de una hermosura realmente increíble.


Hermenegildo Zanuso (Cuéntame un ejemplo… 1987).


V. Continuaré, Oh Dios mío

R. ¡Haciendo todas mis acciones por tu amor!


V. San Juan Bautista de la Salle

R. ¡Ruega por nosotros!


V. Viva Jesús en nuestros corazones

R. ¡Por siempre!

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