Jueves XV Semana
Tiempo Ordinario
16 de Julio de 2020
Nuestra Señora del Carmen
Evangelio
Soy manso y humilde de corazón.
+ Del santo Evangelio según san Mateo 11, 28-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: “Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera”.
Comentario al Evangelio
Siguiendo esta lectura continua del Evangelio de san Mateo, encontramos esa invitación de Jesús a ir a él. Todos tenemos cabida en el corazón de Jesús. Todos aquellos que reconozcan con humildad y mansedumbre su ser. Reconocer lo que somos y reconocer quién es Dios. Jesús nos invita a aprender de él para poder descansar verdaderamente. Muchos pensamos que seguir a Jesús es difícil, que es un camino lleno de prohibiciones y que resulta ser una pesadez seguirle y sin embargo Jesús nos dice: “mi yugo es suave y mi carga, ligera”.
Reflexionamos
· ¿Buscas descanso para tu alma?
· ¿Qué alimento proporcionas a tu espíritu?
· ¿Cuándo fue la última vez que asististe a un retiro espiritual?
Nos comprometemos
Ascesis: Significa ejercicio, adiestramiento. Los deportistas la necesitaban para lograr un mejor rendimiento. Los soldados tenían que ejercitar la ascesis para la lucha. Para los filósofos, la ascesis del deporte y de la lucha era el prototipo de la ascesis como adiestramiento para lograr la libertad interior. La filosofía estoica elogió especialmente el autodominio, la valentía y la serenidad interior como ideales de la autorrealización humana.
Anselm Grün, (El libro de los valores, 2007).
La piedra filosofal
Un hermano lego sentía una gran admiración hacia san Buenaventura, impresionado por sus conocimientos. Un día, no pudo contenerse y le dijo:
-¡Dichoso vos, padre Buenaventura, que sois maestro de teología y conocéis tantas cosas que yo ni siquiera entiendo…! ¡Dichoso vos!
El santo sonrió y repuso:
-Mira, querido, si una viejecita ignorante ama a Dios más que yo y hace su voluntad con mayor amor que el mío, créeme, es más dichosa que yo con toda mi ciencia
Agustín Filgueiras Pita,
Orar con… Un pan para cada día, (Bilbao, 2004).
Nuestra Señora del Carmen
La antigüedad relacionó íntimamente el monte Carmelo con la predicación del profeta Elías. En el siglo XIII, algunas personas, abrasadas, como el profeta, “en el amor al Dios vivo”, se establecieron en el Carmelo para llevar una vida de ermitaños, regida por una regla común (1209). Así empezó la Orden del Carmelo, bajo la protección de la Santísima Virgen María de Nazaret, madre de los contemplativos.
V. Continuaré, Oh Dios mío
R. ¡Haciendo todas mis acciones por tu amor!
V. San Juan Bautista de la Salle
R. ¡Ruega por nosotros!
V. Viva Jesús en nuestros corazones
R. ¡Por siempre!
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