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Comentario al Evangelio del 04 de Septiembre

Viernes XXII Semana

Tiempo Ordinario

4 de Septiembre de 2020

Evangelio

Vendrá un día en que les quiten al esposo y entonces sí ayunarán.

+ Del santo Evangelio según san Lucas 5, 33-39

En aquel tiempo, los fariseos y los escribas le preguntaron a Jesús: “¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oración, igual que los discípulos de los fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?”.

Jesús les contestó: “¿Acaso pueden ustedes obligar a los invitados a una boda a que ayunen, mientras el esposo está con ellos? Vendrá un día en que les quiten al esposo, y entonces sí ayunarán”.

Les dijo también una parábola: “Nadie rompe un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no le queda el remiendo del nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan a perder. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos y así se conservan el vino y los odres. Y nadie, acabando de beber un vino añejo, acepta uno nuevo, pues dice: ‘El añejo es mejor’ ”.

Comentario al Evangelio

El Evangelista Lucas pone de manifiesto en este fragmento del Evangelio la novedad del mensaje de Jesús, el cual no viene a abolir lo anterior sino a dar plenitud. La comida y la bebida son signos de bendición, por tal motivo los discípulos de Jesús no pueden ayunar puesto que Dios está en medio de ellos. Presencia que escribas y fariseos no lograron descubrir. La parábola emplea imágenes que nos invitan a hacer los ajustes necesarios en nuestra vida para comprender la buena nueva de Cristo Jesús, a saber “remendar” adecuadamente y a vaciar nuestra forma de proceder o hacer las cosas: “El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos”, viviendo al estilo de Jesús.

Reflexionamos

· ¿Cuántas veces cuestionas a Dios por su modo de proceder?

· ¿Te dejas hacer por Dios y aceptas su voluntad?

· ¿Te permites realizar los cambios necesarios en tu vida buscando un bien mayor?


Nos comprometemos

Generosidad: La sabiduría judía dice del avaro: «el avaro no es dueño de su riqueza, sino que la riqueza es dueña del avaro». Decimos, en cambio, que es generoso un ser humano libre que da con liberalidad, que no controla mezquinamente si tiene suficiente, sino que comparte lo suyo con los demás.

Anselm Grün,

El libro de los valores, Santander 2007.

Confesionario o cárcel*

Trataba de burlarse un individuo de las mujeres que van a confesarse, diciendo:

-Por cada hombre que se confiesa, se confiesan treinta mujeres.

Una señora que le oía le contestó al momento:

-Es verdad. Y quizá por eso mismo, en las cárceles, por cada mujer hay treinta hombres.

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No suelen ser los que van a la cárcel quienes se confiesan con más frecuencia. Quizás tengan algo que ver entre sí esas dos estadísticas.

El santo cura de Ars procuraba, con toda su alma, acercar a los fieles a la recepción frecuente de la Penitencia y de la Eucaristía. Solía decir: “No todos los que se acercan son santos. Pero los santos serán siempre escogidos entre aquellos que los reciben con frecuencia”. Y otro gran sacerdote decía: “un santo es un cristiano que se confiesa”.

La gracia de Dios que nos llega por esos dos sacramentos no circula en vano por nuestra alma: algo hace en nosotros.

* M. Rufino: Vademecum de ejemplos predicables

en Agustín Filgueiras Pita,

Orar con… Un pan para cada día, Bilbao 2004.

V. Continuaré, Oh Dios mío

R. ¡Haciendo todas mis acciones por tu amor!

V. San Juan Bautista de la Salle

R. ¡Ruega por nosotros!

V. Viva Jesús en nuestros corazones

R. ¡Por siempre!

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